[catálogo de
sombras]

Conjunto de piezas plásticas realizadas por los miembros de la compañía en torno al concepto SOMBRA que atraviesa LA VIDA ES SUEÑO [el auto sacramental].
  • En nuestra concepción, la Sombra no es en sí algo negativo, ni el reverso tenebroso de la Luz, ni está relacionado con la “culpa” siguiendo el precepto calderoniano; la sombra es una parte cualitativa y esencial en la concepción del mundo y del ser humano, y por eso lanzamos este concepto como marco. Proponemos conceptualizar y materializar “la sombra” como cada cual la entienda, ya sea “su sombra”, ya sea “la sombra”, desde lo privado a lo público, desde el binomio luz-oscuridad a la idea de rastro, eco, doblez, equilibrio, pureza, etc…
LA VIDA ES SUEÑO
[el auto sacramental]
Dependiendo del proceso, en cada proyecto de [los números imaginarios] reflexionamos sobre alguno de los conceptos que atraviesan la obra que estemos trabajando y pedimos que cada miembro de la compañía realice una acción que la sintetice (desde lo físico, lo plástico, lo textual, lo lumínico, etc…). En este caso, en lugar de pedir una “acción” que representar y compartir con el ensamble, la propuesta lanzada ha sido la de generar un artefacto, un objeto artístico que no involucre a ningún cuerpo ni necesite de ninguna acción en presente para ser activado; siendo la primera vez que la compañía va a investigar y trabajar en generar pieza plástica, algo que pueda participar de una exposición o instalación colectiva.
  • De todos los conceptos que atraviesan “LA VIDA ES SUEÑO [el auto sacramental]” la SOMBRA ocupa un lugar fundamental. Esta alegoría es la que comienza el auto primitivo (publicado en 1636) y es, en ambas versiones (también en la más conocida, publicada en 1673), la protagonista, quien desea reinar en el mundo y quien duerme al Hombre, sumiéndolo en la oscuridad.

SOMBRA:

yo soy la negra sombra del caos cuya faz pálida asombra confusamente al cielo yo la oscura prisión yo el triste velo que el nada informe encubre y con sus alas su materia cubre yo la horrible tiniebla que al abismo circunda con su niebla todo es horror todo es asombro cuanto las ajadas arrugas de mi manto esconden en el centro de la tierra que está bramando dentro de mí misma con luchas bien extrañas por desasirse así de mis entrañas bien debajo de mí el rumor se escucha oh pásmense los cielos de esta lucha Calderón de la Barca Primeros versos de “La vida es sueño, el auto sacramental” (primera versión, 1636)